Bursitis trocantérea
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¿Qué es la bursitis trocantérea?
La bursitis trocantérea es una afección dolorosa que afecta la bursa trocantérea, una pequeña bolsa llena de líquido que actúa como un cojín entre el hueso del fémur y los músculos y tendones que rodean la articulación de la cadera. Esta bursa tiene la función de reducir la fricción durante el movimiento y facilitar el deslizamiento suave de los tejidos.
La bursitis trocantérea se produce cuando la bursa se inflama, generalmente debido a la irritación o fricción constante. Esta inflamación puede ser causada por actividades repetitivas que ejercen presión sobre la cadera, como correr, caminar largas distancias o subir escaleras de manera frecuente. También puede deberse a cambios en la biomecánica de la cadera, traumatismos directos o incluso a condiciones médicas subyacentes.
Síntomas:
- Dolor en la parte externa de la cadera, que puede irradiar hacia el muslo.
- La incomodidad puede empeorar al estar acostado sobre el lado afectado, caminar o realizar movimientos de flexión de cadera.
¿Qué las causa?
Se cree que las cefaleas tensionales son causadas por la tensión muscular en la cabeza, el cuello y los hombros, que puede ser resultado de factores como el estrés, la ansiedad, la falta de sueño, la mala postura o el esfuerzo físico excesivo.
¿Cómo se trata?
En el tratamiento de la bursitis trocantérea, el enfoque inicial se centra en reducir la inflamación y aliviar el dolor. Los fisioterapeutas pueden recomendar reposo relativo, evitando actividades que desencadenen dolor, así como la aplicación de hielo para reducir la inflamación. Además, se pueden prescribir ejercicios específicos para fortalecer los músculos alrededor de la cadera y mejorar la estabilidad.
La terapia física puede incluir técnicas de masaje y estiramientos para aliviar la tensión en los músculos afectados. Además, se pueden proporcionar recomendaciones sobre cambios en la biomecánica o en la técnica de movimiento para prevenir la recurrencia.
En casos de bursitis trocantérea más persistentes, se pueden considerar modalidades adicionales, como la fisioterapia con ultrasonido o electroterapia para ayudar en la reducción de la inflamación.